Evaluación médica general: Diagnóstico y orientación en salud para adultos.
Control de enfermedades crónicas: Seguimiento y tratamiento de condiciones como hipertensión, diabetes, hipotiroidismo, entre otros.
Certificados médicos
Controles preventivos: Exámenes de salud periódicos para prevenir enfermedades.
Atención de cuadros agudos: Tratamiento de síntomas comunes como resfríos, dolores, infecciones leves, entre otros.
Aplicación de Toxina Botulínica: Suaviza arrugas de expresión como líneas en la frente, entrecejo y patas de gallo.
Rellenos faciales con ácido hialurónico: Aporta volumen y definición en zonas como labios, pómulos y mentón. También mejora surcos nasogenianos y ojeras.
Rejuvenecimiento facial no invasivo: Protocolos combinados (según diagnóstico médico) que buscan mejorar textura, tono y firmeza sin cirugía.
Mesoterapia y revitalización: Vitaminas, aminoácidos y antioxidantes inyectados en capas superficiales de la piel para revitalizar, tensar y nutrir el rostro.
Hidratación profunda y skin boosters: Microinyecciones de ácido hialurónico que mejoran la calidad, luminosidad y firmeza de la piel desde el interior.
Tratamientos despigmentantes: Tratamientos médicos para reducir manchas solares, melasma u otras pigmentaciones con productos despigmentantes de uso profesional.
Lifting de párpados caídos con energía plasmática: Tratamiento no quirúrgico que mejora la flacidez en párpados superiores e inferiores. Estimula la retracción de la piel mediante energía plasmática, ofreciendo un efecto similar a la blefaroplastia, pero sin bisturí ni cicatrices visibles. Ideal para rejuvenecer la mirada de forma segura y progresiva.